Evitá lavar la ropa o planchar en los horarios de más demanda de energía:hacelo después de las 9 de la noche o temprano a la mañana. Al no concentrar todo el consumo de energía en la misma hora, se descongestionan las redes eléctricas y se evitan cortes de luz.

Acumulá ropa sucia suficiente para que el lavarropas funcione siempre a su carga completa, sin sobrecargarlo. Además de ahorrar energía eléctrica, vas a ahorrar agua.

Cuando uses la plancha, procurá planchar toda ropa de una vez. El momento de más consumo de la plancha se da en el calentamiento inicial.

Desconectá los equipos que no estés usando. Los aparatos en modo stand-by consumen el equivalente a dos lámparas LED, y es energía que se desperdicia.

Apagá la PC cada vez que no la uses. Si tenés que dejar la PC encendida, apagá el monitor, impresora y todos los aparatos «satélite»: más de la mitad del consumo de una PC corresponde a monitor e impresora, que se pueden apagar cuando no se utilizan.

Desenchufá el cargador de tu celular, tablet, notebook o cualquier dispositivo con batería recargable cuando no lo uses. Todo transformador que no esté alimentando a algún dispostivo,consume energía que se desperdicia.

Comprá heladeras con etiqueta A o B (las más eficientes). Una heladera clase A consume la mitad que una heladera de clase D.

Mantené bien limpia y en buenas condiciones heladera, especialmente los burletes. Si la puerta no cierra bien (por ejemplo, porque el burlete está sucio o desgastado) la heladera trabaja el doble.

No abras y cierres la heladera muy seguido, ni dejes la puerta abierta más de lo necesario: todo el aire frío que sale de la heladera cuando la abrís se recambia por aire caliente que debe ser enfriado de nuevo, y eso consume mucha energía.

Al cocinar, usá una olla, tapala y colocala sobre una hornalla de tamaño adecuado. Así cocinarás más rápido y ahorrarás gas

Al cocinar al horno, tratá de no abrirlo y cerrarlo: cada vez que abrís la puerta del horno se va aire caliente y es remplazado por aire frío que debe ser calentado; así cocinarás más rápido y ahorrarás gas.

Optá por equipos de un tamaño adecuado según el uso que le vas a dar: una heladera demasiado grande consume más energía, aunque no la uses a toda su capacidad.

La heladera debe estar en un lugar naturalmente fresco. Nunca pongas la heladera pegada a cocina, cerca de una estufa o expuesta al sol. Tampoco debe estar en un lugar confinado: la parte trasera debe contar con ventilación natural.

Si podés optar, elegí una cocina a gas antes que una eléctrica.

Mantené limpios los quemadores de la hornalla; una combustión más limpia consume menos gas